miércoles, 29 de diciembre de 2010

Sueño II

Las alas se rompieron, y la mariposa se deshizo en mi mano cayendo como ceniza sobre mis dedos. Incliné la mano y el polvo resbaló hasta el suelo. Se había desvanecido.
Estaba segura que estaba soñando. Sentía esa extraña sensación de estar flotando, sin los pies contra algo firme. ¿Qué significaba la mariposa? Bueno, se desvaneció... como el único sentimiento que había permanecido intacto hasta hace poco tiempo. Ya no tenía mariposas en la panza. Era la realidad, ya no estaba enamorada. Y sonreí levantando la cabeza. Me enfrenté con la figura de un chico, caminando hacia mí. De repente apareció a centímetros de mí, como teletransportado. Su rostro irradiaba felicidad. Me tomó entre sus brazos y me abrazó con fuerza. Podía sentir su corazón latiendo agitado contra mi pecho, y me sentí acompañada protegida, y querida. Me besó la sien sutilmente mientras acariciaba mi pelo, se separó y me miró con ternura. Me resultaba familiar, pero nunca lo había visto en mi vida.
Desperté, pero su rostro seguía grabado en mi mente, al igual que la sensación que su aliento contra mi piel había dejado y el calor de sus brazos rodeando mi cuerpo.

1 comentario:

Gaspaarin dijo...

Amo como escribis por que me hace acordar mucho a los libros de crepusculo, los unicos que lei :P
te adoro. chau