martes, 2 de octubre de 2012

Un clavo saca a otro clavo...

Un clavo saca a otro clavo, perfecto. Pero el primero va a ser siempre el que hizo el agujero.

Odio extrañarlo. Sueño muy seguido con lo mismo, que me pide disculpas y vuelve a ser todo como antes, pero es un engaño, una vil mentira. Nunca podremos volver a ser lo de antes, y ni me interesa intentarlo. Es que mi corazón desearía no haberse equivocado tanto. Lo que más me duele es haber sido la idiota que creyó que todo podía resolverse y que todo sería color de rosas. No es que lo quiera de vuelta, simplemente quiero perdonarlo y perdonarme, y seguir adelante. No tengo intención de regresar, porque me gusta el camino que estoy tomando y porque ya no lo necesito; me siento bien conmigo misma porque encontré a alguien que me valora tanto como yo quería. Lo que duele es admitir que me equivoqué y que no pudo ser lo que yo tanto deseaba, no que no estemos más juntos, porque eso es algo bueno para los dos, si no haberme fallado a mí misma y haber creído que lo podía todo y haberlo obligado a ser algo que él no quería. Y la verdad es que a veces lo extraño a él, no a él conmigo, a nosotros, si no simplemente a él, y no creo que eso sea algo malo, el problema es que sigo enojada...

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