miércoles, 22 de diciembre de 2010

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La palabra que describe mejor lo qé pasó hoy es APA(? A Ponerla Ahora(? xD Bueno mi día resulto así:
Cynthia se levantó temprano, se preparó y salió para Ramos a juntarse con su viejito, su viejito y ella se dirigieron al tren, suben al tren super aplastados, el tren de dos pisos; no funcionaba el aire acondicionado, se quiso pegar 9 tiros, de repente, apenas arranca, se frena el muy puto. Se abren las puertas, Cynthia teme caerse u.u. Arranca con las puertas abiertas, se frena en Liniers, el tipito por parlante grita que se bajen todos, Cynthia putea, todo el mundo baja como loco, y esperan. Llega el rápido Cynthia es feliz :) suben, aire acondicionado :D, va a mil por hora, llegan a Once. Cuando están bajando, una loca de meirda entra empujando a todos, cuando se cruza con el viejo de Cynthia, recibe un aplastón de su parte, porque el viejo no soporta que las las locas de mierda empujen gente, y el grit "qué haces pelotuda?!" La pelotuda lo ignora, y sigue de largo. Cynthia baja, caminan, pasan por los cositos, salen de la estación se dirigen al gentío. Caminan buscando el lugar de bordados, ya que el viejito quería bordar unos cinturones de taekown-do para sus alumnos, y de paso bsucaban la malla que Cynthia quería para navidad. Se separan, Cynthia se queda viendo mallas, el viejito va a bordar los cinturones. Se juntan, caminan, encuentran un local lleno del tipo de malla (strapless entrecruzada) que quería Cynthia, se prueba 4 modelos, le gusta uno que eligió su papá, se lo compra, Cynthia es feliz :D Vuelven a la estación, lleno de gente por doquier, suben al tren, llegan a Ramos, se despiden, Cynthia va a lo de la abu, llega, comen juntas, se queda viendo una película que parece piola, pero al final es una cagada, se va a la pieza a ver al tele acostada, la abuela se va a trabajar, apaga la tele, duerme siesta, que en realidad no fue siesta porque el calor de mierda no la dejó dormir. Se levanta luego de 2 hroas, se prepara la chocolatada, llega el tío, hablan, Cynthia juega a los Sims, llega la abuela, hablan, Cynthia crea a los chicos de Glee, termina, sale con el tío para taekwon-do a pie. Llegan, es el turno de los chicos, Cynthia se sienta a ver, se caga de risa, se divierte, etc. De repente, gira la cabeza, y ahí está.

Nota: nuevamente utilizo la escritura novelística, con intensión de expresar mejor lo que sintió Cynthia, y rezando porque el joven observado no entre jamás a este blog y vea esto.


Se chocó con la imágen de su más soñado Edward Cullen. Extrañamente familiar, extrañamente atractivo, lo miró como queriendo adivinar de qué película, de qué cuento de hadas salió. No era hermoso, no alcanzaba esa perfección Edwardiana, pero le recordaba algo, algo secreto encerrado dentro suyo. Volvió en sí, y continuó observando a los chicos patear, siguió riéndose, y de reojo volvía a mirarlo de vez en cuando. Estaba vestido tan normalmente para hacer ejercicio, pero sin embargo su remera entallaba su figura como un guante, destacando su cintura y su espalda, no muy grande, pero perfecta. Lo miró reír mientras hablaba con el resto de los alumnos del grupo de los grandes. Seguía pareciéndole familiar, y sumamente encantador. Volvió en sí cuando terminó la clase de los más chicos y un par de los más grandes la saludaron. Ella ansiaba que él se acercara, quizás su voz lo identificaría por fin. Cuando la clase estaba por empezar, él pasó adelante de ella, y con una timidez extraña, la saludó de lejos con un "hola", ella le sonrió, pero no pudo responder. Volvió a saludarla, pensando que no lo había escuchado, y nuevamente, no salieron palabras de su boca. Lo ignoró, y miró para otro lado, sin dejar de odiarse a sí misma. La voz tímida, y suave, no fue reconocible, y su cabeza siguió maquinando, intentando imaginarse quién era ese muchacho. La clase empezó, y se acomodaron. Pudo escucharlo decir, que había dejado la actividad por mucho tiempo, que no tendría que estar en ese lugar, pero le insistieron, y se puso adelante. Cuando comenzaron a hacer abdominales, ella recordó que su nombre estaría en el cinturón negro. Se puso los anteojos, y al tenerlo al lado no le fue dificil leer las letras. Tal y como su mente había sospechado, se trataba de él, aquel chico a quien siempre quiso sin haber razón, siempre sintió un cariño de origen deconocido, y cuando se fue, sintió su ausencia. Sonrió sin poder creerlo. Sonrió ampliamente, y miró a otro lado para que no pudieran notar su repentina alegría. Al pararse todos, lo observó mejor sin parar de repetir para sus adentros lo mucho que cambia la gente con los años, en este caso para bien. OPALALÁ, tenía adelante suyo al chico que creció con ella hasta llegados los 11 años, que parecía tener una paz y una timidez infinitas, pero según fuentes contaban, estallaba cuando lo hacían enojar. Recordaba poco de él, bueno en realidad recordaba poco de todo, nunca tuvo buena memoria, pero recordó que siempre lo tenía presente cuando repasaba esos momentos, siempre se acordaba de él. Bueno, las cosas pasan por una razón, algo lo había traído nuevamente, y ella esperaba con ganas que no volviera a irse. Durante el descanso, como ella sospechó, el chico volvió a pasar adelante suyo, pero al contrario de lo que ella pensó, le habló nuevamente. "Hola, como andás?", ella quedó embobada, y él repitió la pregunta. "Bien bien, todo bien", alcanzó a resonder ella, y se sonrieron. Quería decirle algo, algo como: "Tanto tiempo, qué es de tu vida? Terminaste el colegio? Cuántos años tenés? Seguís tocando la guitarra? Tenés novia? Casate conmigo.", etc. Pero no podía, simplemente no podía, y decidió mirarlo de reojo de vez en cuando. Su timidez le encantó tanto como su pelo corto, cobrizo y despeinado, tanto como su cintura y su espalda, tanto como su altura perfecta y su sonrisa.
Al terminar todo, un grupo, incluído él, anduvo con Cynthia y su papá hasta cierto punto. Al despedirse rápidamente, el chico se acercó y le besó la mejilla, "Chau, nos vemos". Cynthia tembló por dentro, y siguió pedaleando junto a su padre, hasta llegar a la casa de su abuela.

Pronto volvería a verlo, pero antes de eso, existe algo que lograría un contacto más rápido, algo que le salvaría la vida, y le ayudaría a conocer ese nuevo chico- que ya no era más un nene, no señor, estaba frente a un adolescente, extrañamente atractivo, y que con simple un recuerdo, la atrapó-, un algo llamado: FACEBOOK.

1 comentario:

Gaspaarin dijo...

Amo las partes noveleras, amo tu forma de escribir y te la envidio muchisimo, me encantaría saber como conio haces para conoces chicos lindos en cada lugar que vas.
Te quiero Muchisimo ♥