Esperanza.

Se supone que tengo que seguir luchando?, se preguntó él.

Claro que tenés que seguir luchando si estás seguro que ella te ama todavía, respondió la voz.

Sé que me ama, pero no puedo esperar hasta que decida que quiere intentarlo de nuevo...

Tenés que entenderla, fue todo muy dificil, no hiciste las cosas bien y a ella, como a todos, le cuesta perdonar.

Pero, qué más puedo hacer? Va a llegar un momento en que no voy a querer intentarlo más, me voy a cansar.

Si eso sucede, te habrás dado cuenta que ya no la amás, y cada uno tomará su camino.

No quiero llegar a eso, no quiero dejar de amarla, amarla me hace feliz.

Si tiene que suceder, va a suceder, y ni siquiera te vas a dar cuenta.

Pero, si entonces ella se da cuenta que me quiere de vuelta? Ella sufriría tanto como yo ahora.

La diferencia es que ella sabría que ya no tiene que intentarlo más. Que ya es tiempo de seguir su camino.

Y cómo sé yo que tengo que seguir ahora? Ni siquiera sé si le sigo importando...

La respuesta la tiene ella. Hay que preguntárselo.

Él se lo preguntó, ella le respondió que sí, él le dijo que la extrañaba, ella le dijo que ella también, él le dijo que quería intentarlo nuevamente, que lo lamentaba, ella le dijo que no estaba lista, que todavía no era tiempo. Se abrazaron, ella le dijo que todo estaría bien, que lo quería ver bien, que quería lo mejor para él, que ella era feliz simplemente con verlo sonreír de nuevo; él le dijo que la seguiría amando, y hasta que ella le dijera que ya no lo ama, seguiría con la esperanza de intentarlo otra vez. Ella le acarició la cara con la punta de los dedos, él sonrió. Se fué con lágrimas en los ojos, y ella le tiró un beso en secreto.